miércoles, 10 de diciembre de 2008

Pero, ¿ qué es el estrés?


Es la respuesta del organismo a un estado de tensión excesiva y permanente que se prolonga más allá de las propias fuerzas, es decir, lo que le ocurre al “estresado” es que se sitúa en unas condiciones de vida que le llevan continuamente al borde del agotamiento, una acumulación de sobreesfuerzo constante, una tensión emocional y/o intelectual fuerte, sin tiempo para nada.


Ley General del Estrés : “ Cuando la influencia del ambiente supera o no alcanza las cotas en las que el organismo responde ala máxima eficacia, éste percibe la situación como amenazante, peligrosa o desagradable, desencadenando una reacción de estrés ”.


El Estrés Laboral o síndrome de Burn-Out ( “estar quemado” ) es uno de los temas que actualmente más se está investigando ya que puede afectar a la actividad y rendimiento en el trabajo de cualquier profesional, y también a vida personal.


El hospital es uno de los entornos laborales más estresantes. Los profesionales de la salud, en este caso, los profesionales de enfermería, son más susceptibles a presentar el Burn-Out, como reacción a la tensión emocional crónica creada por el contacto continuo con otros seres humanos, es decir, el factor característico es el estrés que surge en la interacción social paciente-cuidador.
El núcleo de este síndrome, es un agotamiento emocional producido por una sobrecarga emocional constante. La persona se implica en exceso, ya que intenta atender demasiadas exigencias inaplazables y al final se verá desbordada por los requerimientos que le imponen los demás. El individuo se siente “ vacío ” y le falta energía para afrontar un nuevo día.
La persona no se siente capaz de dar nada de sí a los demás, intentando reducir el contacto con la gente, sólo lo necesario para realizar su trabajo. Esto hace que el trabajador vea a otros de forma negativa, ignorándoles, lo que llevará al profesional a ofrecer unos cuidados técnicos, olvidándose del aspecto humano de la profesión. Estos sentimientos negativos hacia los demás progresarán hacia sí mismo, creando sentimientos de culpa, de fracaso, baja autoestima, favoreciendo el riesgo de depresión.


2- FACTORES ESTRESANTES


El estrés es algo que resulta imposible evitar, incluso las personas incrementan con frecuencia su propio estrés de modo innecesario. La diferencia entre las exigencias que las personas se plantean a sí mismas o perciben de los otros, así como los recursos disponibles para satisfacer esas demandas, puede constituir una amenaza o fuente de estrés.
Existen muchos factores estresantes relacionados con la profesión de enfermería. Están los provenientes del propio trabajo, los derivados de la institución y los del propio profesional:


FACTORES ESTRESANTES DEL TRABAJO:


El contacto continuo con el sufrimiento de personas gravemente enfermas y con sus familiares angustiados; ya que el trato directo con ellos suele ser bastante exigente para el profesional.
El cuidado del paciente moribundo o terminal hace sentir al trabajador “desarmado ” y a adoptar conductas de huida y evitación, ya que la naturaleza de la enfermedad de sus pacientes, les hace enfrentarse en ocasiones, con el “ fracaso terapéutico” o con un mal pronóstico y a la vez, les sensibiliza ante la muerte. No es capaz de asumir que los cuidados que ofrece no son para “curar”, sino para favorecer una muerte “humanizada”.
El encuentro de sentimientos intensos, como el amor, la pérdida, el miedo, la frustración, la vulnerabilidad, el llanto, la cólera, la impotencia…
Identificación con la experiencia del paciente en el proceso de su enfermedad.
Irreversibilidad de las actuaciones.
Dependencia del aparataje, ya que debemos comprobar su funcionamiento de forma continuada.
El desafío que supone la toma de decisiones en un equipo multidisciplinario.
Dificultades encontradas cuando se intenta integrar un acercamiento o forma de trabajar nuevos en el sistema de cuidado existente (sistema informático, nuevos protocolos…)
Conflicto de estamentos y pacientes.
Permanencia de los cuidados durante las 24 horas (continuidad)
La ambigüedad y los conflictos de rol.


FACTORES ESTRESANTES DE LA INSTITUCIÓN


Conflictos interpersonales ( entre médicos, enfermeras, supervisoras, auxiliares…)
Conflictos con la Administración.
Sobrecarga de trabajo y presiones para realizarlo.
Sobrecarga emocional.
La excesiva o escasa promoción.
La falta de seguridad laboral.
Falta de tiempo, espacio, material y personal.
Técnicas de cuidados inapropiados o inadecuados.


FACTORES ESTRESANTES EN EL PROPIO PROFESIONAL


Idealismo, perfeccionismo, inseguridad.
Falta de separación entre el trabajo y la vida privada. Problemas familiares o sentimentales pueden “ contaminar ” el trabajo y viceversa.
Sentimientos de impotencia, soledad y empatía con los enfermos, y el hecho de que incluso unos buenos cuidados no nos aseguran una muerte digna.
Vivir el trabajo exclusivamente como una vocación, con una idea poco realista de lo que representa verdaderamente.
Falta de información sobre el cometido que se ha de realizar y de cómo se hace.
Sentirse excesivamente responsable de la recuperación de los pacientes, ya que estos profesionales resultan ser sujetos más vulnerables al desarrollo de algún tipo de sintomatología, precisamente porque hacen recaer sobre sí el peso de los resultados de la enfermedad de sus pacientes.


3- SIGNOS Y SÍNTOMAS


La acumulación del estrés suele dar como resultado distintas reacciones en la persona. La cantidad de estrés necesario antes de que éstas se manifiesten, varía dependiendo de distintos factores relacionados con la personalidad ( inseguridad, perfeccionismo), hereditarios, hábitos y mecanismos de defensa. A continuación se exponen los signos y síntomas asociados al Estrés Profesional o al Burn-Out:

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